La recesión vino como ladrón en la noche.
De un día para otro estaba en la calle. Solo los programadores que estaban en las grandes lograron conservar sus trabajos, pero los edys 100 y las empresas más pequeñas terminaron fuera del juego.
No me considero un mal programador, pero mi puntaje no me respalda. Siempre me digo que solo estoy oxidado, pero no es así, en verdad perdí mi toque a los 22 y nunca pude reponerme.
Me contactaron para un trabajo. Un cazador de cabezas me escribió que me presentara en una dirección que resultó ser un bar.
El trabajo consistía en robarle a un señor de la droga en el brazo sur de la capital.
Conocía al chupa-zorra. Todo el mundo había oído de él en algún momento u otro. Los más viejos lo comparaban al Cabro Carrera, pero en realidad esa idea del mafioso que aparece invitado en programas de televisión y se codea con la farándula había muerto hace años con la muerte del mismo Cabrera y la caída de Los Risas, que eran amigos de Franco El Gorila.
No escucha razones y su cerebro viene saliendo de la calle. No la culpo. Nunca nadie nos explicó nada en realidad. Solo que teníamos que hacer para seguir comiendo o en su caso, viviendo
Es claro que ella y yo estamos 3 escalafones de distancia en la pirámide de Maslow
Por alguna razón sabe que no solo los bancos guardan dinero en computadores. Le han contando sobre algún cofre con dinero negro